Tana Concepcion Grullon / Salmo 138:1-7, fué la base bíblica que nuestro Pastor Eliezer Gómez tomó este pasado Domingo, para su prédica.
Cita donde el Rey David nos habla de las altas y bajas que llegan a nuestras vidas, donde pensamos que nos estamos cayendo a pedazos.
En 2da.Samuel capítulo 11, encontramos la historia de David, Urías y Betsabé, en la que por el pecado de David, no sólo mandó a Urías a la guerra y ponerle en el frente a fin de que lo mataran, sino que por estos pecados Dios hizo que muriera el hijo fruto de ese pecado.
Urías murió porque lo dejaron solo en el frente de batalla. Hay ocasiones en que Dios va a permitir que te dejen sólo; por eso es importante que estemos unidos , en un mismo espíritu y como un solo cuerpo, para resistir dándonos la mano los unos a los otros.
En 2da. Samuel capítulo 12, vemos que Dios, que todo lo vé, mandó al profeta Natán a visitar la casa de David, y contándole una comparación, hizo que el propio David firmara una sentencia, que no cayó contra él, pero sí contra el niño que venía en camino.
Más vemos que por el arrepentimiento genuino de David, Dios lo restauró.
Así pasó con Pedro, un hombre brusco y sanguinario, y negó a Jesús tres veces, algo que ya se le había profetizado, pero cuando Jesús resucita, y se encuentra de nuevo con Pedro, Juan 21:15-19, no sólo lo restaura, sino que lo comisionó como Pastor.
Dios perdona y restaura, en su incomparable amor, pero para que al conocerle mejor, huyamos del pecado, para poder conservar nuestra santidad.
