Tana Concepcion Grullon / Este Martes 17 de marzo, culminamos victoriosamente nuestro retiro de damas, el cual iniciamos el domingo. Tiempo de refrigerio, coinonía y sublimes momentos donde podíamos, literalmente, palpar la presencia de Dios. En ese momento, vino a mi mente un corito que dice: “Jehová está en su templo, alábale que Él vive, alábale, alábale, alábale que Él vive”, debido a la gran manifestación del Espíritu Santo, aveces como un silbo apacible, otras, como llama de fuego que quebranta y llena nuestro ser por completo. Entre momentos de oración individual, clamor en conjunto ante el Trono de la gracia, ministración y estudio de la Palabra, se nos fué el tiempo sin darnos cuenta.
Próximamente tendremos otro retiro, esta vez un fin semana, a fin de que puedan asistir las hermanas que trabajan. Les será avisado con tiempo. Exhortamos a las que no pudieron estar en esta ocasión, a ser parte de esta gran bendición.
