El secreto del silencio

Tana Concepcion Grullon // Cuando nos hallamos ante un espectáculo grandioso, majestuoso, el silencio es la mejor expresión de nuestra admiración; el más bello homenaje que podemos rendirle, porque confiesa implícitamente que no encontramos palabras para expresar lo que sentimos y vivímos en ese momento.
De igual manera, en nuestra oración reposada e íntima, aveces debemos recurrir al silencio; no un silencio inexpresivo y frío, sino un silencio operante,  en la plenitud del Señor.
El silencio es la palabra más plena, redonda, la que dice más, la que todos entiende, la que no necesita explicación, la que no está limitada por conceptos; la que Dios escucha mejor, y con la que más se entienden mos hombres.
El silencio de la palabra,  cuando habla muy profundamente el corazón; el silencio de la mente, cuando vive con intensidad el espíritu; la inactividad del cuerpo, cuando el alma brota por todos los poros, y se derrama en todos momentos.
“Calle toda carne delante de Jehová; porque Él se ha levantado de su santa morada” Zacarías 2: 13
“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo, tiene su hora” Eclesiastés 3:1