Tana Concepcion Grullon / El rey Salomón en la oración que hizo para dedicar al Señor el templo que había construído para Él, señaló la importancia de confesar el nombre del Señor, tal como vemos en 2da.de Crónicas 6:24-25 “Si tu pueblo Israel fuere derrotado delante del enemigo por haber prevaricado contra tí, y se convirtiere, y confesare tu nombre, y rogare delante de tí en esta casa, tú oirás desde los cielos, perdonaras el pecado de tu pueblo Israel, y les harás volver a la tierra que Diste a ellos y a sus padres.”
En la poderosa palabra “confesión”, se nos presenta una gran verdad acerca del poder del nombre de Jesús, así como la reacción del Señor ante nuestras oraciones.
El confesar una creencia es como decir: la recibo, la hago mía; eligo humildemente permanecer en las promesas de Dios, y adorarle, serle fiel.
Yadah, es la traducción hebrea de “confesar”, apoyar, estar de acuerdo con algo. Se deriva de la palabra “yad”, que significa ‘una mano extendida”, estirarse para alcanzar algo.
Yadah es tambien la adoración con manos extendidas, en una actitud de rendición, fidelidad divina con adoración y gratitud. Este es el verdadero espíritu de confesar nuestra fe en la Palabra de Dios.
