La paz que sobrepasa todo entendimiento

Tana Concepcion Grullon / Si alguien le preguntara a usted qué entiende por la palabra paz, qué le respondería?
Para mí, es lo contrario a la inquietud, a la ansiedad, el famoso “stress”, que hoy está acabando con el mundo actual, llevando incluso a muchos al suicidio, destruyendo matrimonios, relaciones de padres e hijos, amistades, entre otros.
A mi entender, la paz está estrechamente conectada con la fe, ya que si le crees a Dios, vivirás confiado, despojando todo lo que te estorbe, porque estarás anclado en la roca, que es Cristo.
Paz, paz, paz, adonde estás?parece gritar el mundo hoy.
Hacemos todo lo que posible para vencer el estrés; pero tengo noticias par a tí! nadie puede cambiar el curso de la vida actual para lograr la libertad total de todo lo que te perturbe, cambiar las circunstancias, ni evitar los problemas.
Humanamente posible, nadie puede; pero hay uno que puede darte  una inmensurable paz en tus momentos de angustias y stress. Ese que da una paz inquebrantable, no como el mundo la da, sino, desde el fondo de tu alma: ese alguien es Dios!  Jesús les dijo a sus discípulos  en Juan 16:33 “Estas cosas os he hablado, para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicciones, pero confiad, que yo he vencido al mundo”.
En Juan 14: 27,  se nos promete lo mismo, cuando nos dice “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”
La paz, es un fruto del espíritu, un preciado regalo del Señor.
Sólo nuestro Padre Celestial puede cambiar nuestra ansiedsd, nuestras aflicciones, por esa dulce paz.
Es algo que el hombre no puede dar, ni puede fabricarse, porque es regalo de Dios, que nos proporciona una dulce calma, un refrigerio maravilloso que no tiene precio.
Esto no quiere decir que vamos a vivir como en una burbuja, donde estaremos aislados de todo lo que hay en el mundo actual, sino que aunque tengamos presión, o ganas de llorar, el pasa un bálsamo por nuestro corazón, nos rodeará de esa hermosa “paz en la tormenta”, si nos rendimos y confiamos en Él.
La gran clave de todo, es orar, en lugar de desesperarnos. Buscar la dirección del Señor en cada situación, en lugar de angustiarnos. La oración traerá un refrigerio a nuestro espíritu, y mantendrá nuestro corazón guarnecidos de paz.
Dios me los bendiga y llene de su dulce paz!