Luz en medio de las tinieblas

Tana Concepcion Grullon / Ese fué el tema que el pasado Jueves
nos trajera el Pastor Moisés Elías Monción, de República Dominicana.
La base bíblica se encontraba en el libro de Marcos 4: 21-24, donde el evangelista nos habla de que una luz, no puede estar escondida.
Jesús, es la luz del mundo; la luz que se manifiesta en nosotros, es lo que hace que nos veamos distintos a los demás. Sobresalimos por el brillo que el Seños pone en nosotros al llegar a sus pies.
Cuando se acerca el amanecer, la oscuridad se va, y viceversa.
La luz y las tinieblas no pueden habitar juntas. El que es de Dios, tiene que reflejar esa luz, ese brillo, que le hace diferente.
Hay personas que se visten como ángeles de luz, sin serlo, como el Rey Uzías, que al hacerse poderoso, el orgullo se apoderó de él, y entró en el templo de Jehová a quemar incienso en el altar de incienso, valga la redundancia, lo cual no le correspondía a él. Entraron los sacerdotes, quienes lo cuestionaron, ya que no le correspondía a él hacer eso; pero él, lleno de orgullo, se mantenía altivo. Cuando lo enfrentaron dicéndoles que era a los hijos de Aarón que les correspondía hacer eso, él, siguió altivo, y su frente fue cubierta de lepra, como castigo a su orgullo y desobediencia.
“Necesitamos personas que tengan el valor de sacar el pecado a la luz” decía el Pastor Monción, “para que vuelva el temor a Dios a la iglesia”.
“Renunciémos a todo lo negativo, pecaminoso! Tenemos que ser luz donde quiera que vayamos; no una cosa en la iglesia, y al salir nos ponemos el traje de mundano. No se puede servir a dos señores”
Hacen falta Micaías, quien le dijo sus verdades a Saúl.
La Palabra de Dios no se vende, ni se adultera. No podemos acariciar el pecado, ni ser profetas de agua dulce, ni podemos pisotear el sacrificio, la sangre, que tanto le costó a Jesús, al morir por nosotros. Donde quiera que vamos tenemos que ser tal como somos: genuínos, no camuflajeados!
El tema de la predicación del viernes fue: “De lo más profundo”, refiriéndose a la historia de Jonás Caps1:4 y Cap.2:1-5. Dios le había dado una orden a Jonás, de ir a la ciudad de Nínive y llevar un mensaje de juicio, para darles la oportunidad de que se arrepintieran, pero Jonás no lo hizo, sino que huyó a Tarsis y se embarcó en un barco. Dios hizo que se levantara una fuerte tormenta mientras Jonás dormír. Él estaba tranquilo, sin saber lo que estaba pasando, pero los dueños del barco no, por lo cual lo despertaron. Al confrontarlo, él les confesó que era el causante de la tormenta, pidiendo que lo echasen al mar, donde un pez se lo tragó.
Tres días duró Jonas en el vientre del pez, en medio del mal olor de éste, y algo enredaba su cabeza. Tres días clamando de lo más profundo al Señor, con gemidos indecibles. Esa profundidad en este caso, tipifica al seol, como duró muerto tres días muerto el Hijo del hombre, bajo tierra. Por tanto es una muerte para adquirir una nueva vida.
Si Jonás hubiese obedecido, no hubiese traído tormenta a la embarcación en que iba, ni hibiese sido tragado por el pez
Cuántas veces Dios ha tenido que agarrarnos de la cabeza, para entrar y cambiar nuestros pensamientos?
Es cuando sale nuestro mejor súplica, nuestra mejor alabanza “desde lo más profundo de nuestra alma”. La desobediencia trae consecuencias funestas. Si has desobedecido, grita bien duro para que Jehová te escuche, pídele perdón!
Luego, de repente, el Espíritu Santo lo llevó a hablar del matrimonio.
Tenemos que volver al 1er.amor. El matrimonio ea de dos personas, por lo cual no debe intervenir nadie más. Deben orar juntos, tomar decisiones juntos, compartir tiempo de calidad.
Para buscar pareja, hay que hacerlo bajo la dirección de Dios. Cuántas personas que por no hacerlo, luego tienen que andar con su cruz a cuestas.
El matrimonio es de Dios; terceros salen sobrando. No puede haber secretos entre ellos.
La unidad y la sinceridad, evitan consecuencias funestas, pues cuando vienen las tempestades en el hogar, en la pareja, la superan de forma más fácil, pues su casa está fundamentada en la Roca.
Dios continúe bendiciendo al Pastor Moisés Elías Monción, quien pronto será parte de nuestra congregación.