La liberación del perdón

Tana Concepcion Grullon / Perdona a todos, pero antes de hacerlo, perdónate a tí mismo! El que no se perdona a sí mismo, no puede perdonar a los demás.
No hay liberación más grande, que la dicha del perdón, ni nada peor para la mente y el cuerpo, que la falta de perdón.
Esto acarrea enfermedades, miedo, la culpa, el resentimiento, raíz de amargura. Va endureciendo poco a poco el alma y llenándola de dolor e inquietud; te roba la paz.
Todo esto va estrechamente ligado,y van carcomiendo todo tu ser como un cáncer. Aparte, trae condenación, por ser un gran pecado; la Palabra de Dios dice, que quien no perdona, no será perdonado.
La mayor prueba de perdón, nos la dió Dios, que nos liberó de la carga del pecado, perdonándo nuestras fallas.
Perdónate para poder perdonar; olvida, sonríe, libérate!