Tana Concepcion Grullon / Ayer, en nuestra Noche de Gloria, contamos con un invitado especial; desde Brasil, el evangelista y profeta Rhay, quien nos trajó una gran enseñanza sobre la importancia de estar disponibles para servir al Señor.
Tomando como base en Mateo 8:14, 15, donde el evangelista nos narra acerca de lo que él fué testigo: la sanidad de la suegra de Pedro!
Así, el predicador nos llevó a un recorrido por las escrituras , como en Lucas 5:1-7, donde vemos que Pedro se levantó ese día sin imaginarse siquiera que Dios le tenía una gram misión. El no había pescado nada en toda la noche; Jesús entró en su barca, pidiéndole que navegara mar adentro.
El oficio de Pedro era el de pescador, más Jesús lo miró como un pescador de almas.
Él puso diversos pretextos, a los que Jesús fue rebatiendo uno a uno. Era Dios hecho hombre, demostrándole que lo que es imposible para el hombre, es posible para Él. Pedro finalmente obedeció, le creyó.
Hay que creer lo que Dios nos dice!
Pero algo que llama mucho la atención, es que Pedro y los que estaban con él en la barca, llamaron a otros pescadores que estaban en otra barca, para compartir la milagrosa pesca con ellos. Eso se llama amor, entrega!
Con Jesús en tu barca, nada te faltará!
Pedro dejó todo en la playa, por seguir a Jesús.
Discípulo es aquél que camina como Él, habla como Él, actúa como Él. Pedro lo dejó todo, y lo siguió, porque entendió que a su lado lo tenía todo!
Luego vemos como tambien sanó en una ocasión la suegra de Pedro, y al hacerlo, de inmediato ella comenzó a cocinar para todos los presentes. Es que cuando el Señor llega, te levanta, te restaura, te libera!
Tenemos que ser servidores! El que nació para servir, se deleita con hacerlo, y Dios, que conoce su corazón, lo usará para gloria y honra de su nombre.
Una gran prédica, con una gran enseñanza!
