Tana Concepcion Grullon / Imagínese por un momento que está sentado tranquilamente en su casa, y de repente suena su celular.
Es el presidente de Estados Unidos quien llama, pidiéndole que vaya de inmediato a Washington, porque tiene una importante asignación para usted.
Al llegar, es conducido de inmediato a la Casa Blanca y recibido por el Comandante en Jefe, quien sin más preámbulo le dice: “Quiero que seas mi embajador. Te doy la autoridad para comunicar mi mensaje”. Cómo respondería usted?
Es muy probable que se sorprendería, incluso talvez le invadiría un poco de temor ante tal responsabilidad, preguntándose a la vez si será capaz de cumplir con esa responsabilidad.
Tú eres un embajador, más no comisionado por hombre; un embajador del Rey de Reyes! Lo eres desde el momento en que lo recibiste como tu Salvador personal.
Nuestro trabajo es representar al Señor, y proclamar su mensaje al mundo.
Entendamos la importancia y magnitud de lo que Dios ha puesto en nuestras manos, lo cual influirá en cada aspecto de nuestra vida y la de los demás.
Para ver con mas claridad esto, analicemos las responsabilidades y características de un embajador:
– Habla en nonmbre de quien lo nombró.
– Su estilo de vida ha de ser completamente distinto al de un ciudadano común
– Honra al país que representa.
– Cuida en todo momento su conducta y actitud, pues los ojos de todos están puestos en él.
De igual manera, nosotros somos ciudadanos del cielo:
– vivimos en tierra extranjera (la tierra)
– Tenemos la misión de representar al Señor
– Somos portadores de las buenas nuevas de salvación
– Honramos a nuestro Rey mediante nuestra forma de vivir
Cumplámos con esa gran comisión que nos encomendó Dios!
“Y les digo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” Marcos16:13
Dios les bendiga!
